¿Y ahora, cuánto cobro? Todo emprendedor en algún momento de su vida ha pasado por esta difícil pregunta y no es que haya una receta secreta para costear “correctamente” tu producto, pero el día de hoy les traemos 5 de los errores que te están haciendo perder tu dinero y que tal vez no te estés dando cuenta.
1. Solo considerar los costos de los materiales. Este es de los primeros errores que cometemos cuando empezamos a enlistar todo lo que gastamos para darle vida a nuestro querido producto y, a pesar de que consideres hasta el hilito más chiquito que usas, ¿sabías que hay factores que no son tangibles, pero que también terminas pagando al final de mes? Así es, además de los materiales o insumos hay más gastos que debes considerar antes de pasar a calcular tu utilidad.
2. No considerar costos indirectos. Imagina que te estás viendo a ti mismo en un día normal de trabajo, vamos a poner atención en los detalles que hay a tu alrededor. Seguramente estás en tu taller, oficina o en tu cuarto haciendo home office, como buen millenial o centennial, estás haciendo alguno que otro proceso digitalmente, ya sea en tu computadora, en tu celular o en ambos, aun así, decides ocupar post its o un pizarrón para plasmar tus nuevas ideas; unas horas más tarde estarás experimentando para crear la versión mejorada de tu producto, pero primero hay que salir a comprar algunos materiales y ya sabes que antes de salir, mejor pasas al baño. Sin darte cuenta, estás utilizando a diario: luz, agua, internet, un plan de celular, papelería, prototipados rápidos, gasolina y hasta estacionamientos que te ayudan a realizar tus tareas y por supuesto, también deben pagarse. Todos estos son los costos indirectos que deben ir en tu costeo.
3. No considerar depreciación y gastos fijos. Si tienes máquinas que ocupes en tus procesos, sabes que no son eternas y que con el uso se van desgastando poco a poco hasta que llega el momento de reemplazarlas, por esto es importante que consideres la depreciación de todas ellas dentro de tu costeo. La forma más sencilla de hacerlo es dividiendo su precio entre el número de años de vida, así sabrás cuánto debes destinar por año para cubrir su costo y que no salga de tu utilidad.
4. Utilidad. Dependiendo del negocio en el que te encuentres, la utilidad mínima sana que debes tener puede variar. Sin embargo, un error en el que caemos muchos es querer, por ejemplo, una utilidad del 30% y simplemente multiplicar todo por 1.30. Tenemos que entender que la utilidad NO es un porcentaje sobre el precio de lo que te cuesta hacer tu producto, aquí sí existe una fórmula para calcularla correctamente y te la compartimos: Precio de Venta= (Precio de Fabricación/ (1-% de ganancia))
5. No considerar CPA si vendes online. Tener redes sociales de tu negocio hoy en día ya no es una opción. Si ya estás generando contenido, sabes que la gente no llega a tu perfil por arte de magia, así que, si alguna vez has pagado publicidad en Facebook, Instagram o Google Analytics, deberías estar midiendo cuántas personas llegaron a visitarte y cuántas de ellas te compraron; esto se conoce como Costo por Adquisición y definitivamente también impacta en tus gastos. En este punto, te recomendamos que no gastes mucho dinero en un solo anuncio, ve probando con diferentes opciones y montos pequeños, así verás qué le gusta más a la gente y sobre eso ya puedes ir subiendo tu presupuesto con lo que te ha funcionado mejor.
¿Y tú, ya tenías todos estos gastos en tu radar? ¿Con cuáles te identificaste?
Ahora es momento de poner manos a la obra y verificar que tus precios cubran todos estos puntos. ¡Les deseamos mucho éxito en sus negocios!
GG.
Yorumlar